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No Sabes Lo Que Pasó



No sabés lo que pasó
Verónica Segura

Comisaría. Funeraria. Te tenemos rastreado. O ya de una: sos vos el que que no sabe lo que pasó, son tan sólo algunas de las frases con las que me encantaría contestar el teléfono a las tres de la madrugada cuando otra de esas falsas amenazas o súplicas de ayuda me interrumpe el sueño.
Después de varios no sabés lo que pasó me entraron a robar, o no sabés abuela, abuelita… me tienen...bu, bu, bu… he podido desarrollar un olfato según el repiqueteo de la llamada. Y, caray, dan ganas de organizar Los Premios Al Mejor Imitador De Político. Anoche, cuando un ring me arruinó mi descanso, supe que se trataba de un Imitador De Político. Levanté la bocina y escuché un grupo de gente charlar en tono ameno. No se de qué. Quizás comían y fumaban. Finalmente dije “hola”. El tipo carraspeó desprevenido, como un periodista de televisión que se percata que está en vivo y debe recomponerse, adoptar una pose trágica para anunciar el siniestro. Él mismo se puso cero en actuación: Eh… no sabés lo que pasó. Aguantamos un breve silencio y colgó. Bien sabía que yo sabía lo que había pasado. Y yo se que él también sabe lo que pasó. Pasó que es un cobarde porque, salvo contadas excepciones, casi todo ladrón lo es. Pasó que tantos planes sociales nos hundieron y los holgazanes pululan. Pasó que quizás tuvo una infancia violenta y sola, ídem sus padres y sus abuelos. Pasó que no hay estabilidad. Pasó también que hay gente que se creé muy fácil esta puesta en escena, porque una voz lloricona siempre se parece a la de fulano, y nos pescan por el lado más vulnerable, que son los afectos. Pasó que aprendemos rápido a manipular, mentir y saquear. Como los políticos. Pequeños terroristas del sistema creados por el sistema.

Pero no me arriesgaría a desconectar el teléfono. No me atrevería a decir que no supe de lo que pasó porque voluntariamente me desenchufé. Y mientras, hay montones de Imitadores De Políticos que saben que esto nos pasa a todos. Y las llamadas siguen. A las tres de la mañana: No sabés lo que pasó.